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Foto del escritorLos Celajes

Fuen de la Cruz, renacimiento poético en Fuerteventura


Son apenas 200 metros los que separan la vivienda de la poeta, Fuen de la Cruz, del Espacio Circular. En esta estancia sin esquinas, haciendo honor a su nombre, se respira la esencia del arte de nuestra primera artista. Ubicado en Villaverde, justo al Malpaís de La Arena, se trata de un lugar sagrado para Fuen, más allá de lo que puede entenderse como un taller. Allí consigue entrar en un estado ideal para la creación, junto a una taza de té y una vela. Este proceso forma parte ya de su propio ritual artístico.



Fuerteventura como origen de la poesía


Para Fuen, Fuerteventura ha sido un nacimiento. "Desde luego, la escritura y la poesía han llegado aquí". Esta isla es el lugar donde ha nacido esa etiqueta de poeta o de mujer que escribe, con la que prefiere definirse. El motivo, según relata ella misma, el espacio sin distracciones y con muchos momentos de soledad. "Un espacio en el que si no te reconoces a ti misma vas a estar luchando mucho con los elementos de la isla, necesitas estar desnuda y vacía como ella. Hay un proceso muy fuerte que facilita la escritura".


"Tenía 32 años y estaba súper infeliz, con la pareja me iba fatal, mi trabajo no me gustaba nada, el estilo de vida no me gustaba, entonces salté a Londres", recuerda. Allí trabajó como formadora y terapeuta holística y, justamente cuando estaba en su mejor momento profesional, decidió mudarse a Fuerteventura. "Lo profesional no es tan importante siempre y cuando lo personal esté equilibrado", asegura.



Escribir para colocar


"Yo escribía porque lo necesitaba. En épocas de crisis es cuando más escribía porque me ayudaba a colocar y a poder salir de ese lugar oscuro o guarida en el que estaba", recuerda Fuen de la Cruz. En esta etapa de su vida, la autora de Ya no me rompo y Del Florecimiento, es capaz de crear sin tener un estado de ánimo determinado. Lo hace a través de la fotografía, a través de la música o la lectura de una frase de otra poeta que le gusta. "Soy capaz de crear en el momento que yo quiera, otra cosa es que me guste el resultado", explica.


La escritura ha sido para ella la más rápida y concreta forma de transformación, a través de la extracción de aquello que tienes dentro y que necesitas colocar y expresar. De la escritura nació la poesía, como una manera de aportar belleza y entendimiento, en definitiva, un cierre. "Además te permite recitar, cuando recitas y visibilizas, todo es posible, cuando te escondes y tienes secretos, es una oscuridad en ti. No tiene que estar bien, ser bonita o ser la mejor escritura del mundo, tiene que ser tuya y verdadera", asegura la artista. También identifica que el estilo de su escritura está cambiando, enfocándose más en el alma, "no tanto para soltar dolor, sino como búsqueda de esperanza, porque creo que lo necesitamos".



Escritura contemporánea sin límites


Fuen de la Cruz clasifica su poesía dentro de la corriente contemporánea. Siente que la parte más técnica de esta disciplina puede hacer que los versos pierdan personalidad y autenticidad, considera que, de esta manera, “podemos empezar a copiar a otros”.


Es por eso que entiende el arte como su espacio de libertad y la poesía como una expresión artística sin límites en cuanto a técnica, rima e incluso ortografía. “Las tildes o las comas a veces me molestan, luego ya las coloco, pero aquello que me mete en un lugar para tener que estructurarme no lo quiero”, defiende.


Sin embargo, hace una excepción si se tiene el objetivo de publicar. Fuen entiende, en este caso, la aplicación de una técnica determinada, aunque insiste, "cuando escribes sin tener expectativas de lo que va a ocurrir, creo que ahí viene lo más real de ti".


En su caso, ha sido complicado escribir después de publicar, “perdí la naturalidad de que no fuera a nadie más, solo para mí, a partir de ahí empecé a pensar en que lo iban a leer y empecé a ocultar ciertas cosas”. Es así como explica que hay una parte de publicar que puede tapar una parte de ti para agradar o tratar de encajar en ciertos espacios.



“El arte es libertad”


A pesar de la gran actividad artística de Fuen de la Cruz, con talleres de escritura, espacios de mujeres, la participación en numerosos eventos o su propio trabajo como autora de poemarios, sus principales ingresos no provienen de su faceta creativa. “Para mí el arte es libertad y quiero que se mantenga así. Antes llegaba a un momento en que estaba pendiente de cuántas personas venían a los talleres, me quitaba esa parte de libertad, pero me parece igual de lícito hacerlo”. De esta manera, la artista evita la presión y continúa nutriendo su alma con los versos libres, unos versos cargados de pureza. Unos versos que recita siempre con una voz pausada y cálida, muy agradable. Una voz que te invita a viajar entre las palabras como si de un inmenso cielo se tratase.

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